había una vez un mar El mar Aral nutría de peces, trabajo y buen clima a Moynaq, en la República de Karakalpakstán, región autónoma de Uzbekistán. A finales del siglo XIX la Rusia del Zar la transformó en una zona algodonera; décadas más tarde Stalin implementó el Gran Plan para la Transformación de la Naturaleza. Hasta que el monocultivo condujo a una tragedia ambiental: los canales de irrigación secaron el mar y salinizaron las tierras. Crónica de un mar devenido desierto.
viaje en el tiempo a la URSS Entre Moldavia y Rumania, a pocos kilómetros de Ucrania, y bajo la protección de Rusia, se erige la República de Transnistria, un rincón del mapa europeo donde la geopolítica de la Guerra Fría todavía se respira al mejor estilo del siglo veinte. Bienvenidos al país de los símbolos que no existe.